Gataflorismo

Resulta que vamos por la vida protestando, porque siempre todo a medias, recortado, editado, todo incerteza, muy de generación de videoclip. Le pedimos -le pido- al cielo, o al infierno, o a TuSam un absoluto, algo que nos permita construir, una especie de roca basal o de hilo primordial.

Ya sé que tenemos la música, la literatura, el cine, la ciencia, la cultura pop en general. Pero digo 'otro tipo' de certezas: más básicas, o clásicas si prefieren. Algo menos genérico, más personal.

Y entonces voy por Buenos Aires con mi permanente melancolía, rogando por una idea que me sacuda, que me conmueva hasta el marco de los anteojos.

Sin avisos, a la altura de Paraguay y Azcuénaga, recibo lo que pedí durante tanto tiempo -bueno, tampoco fueron 20 años-. Definitiva, irremediable, una certeza que se me pega en la espalda y me llena el pecho con una mezcla de dulce dolor y helada alegría.

Unos segundos hasta que caigo en la cuenta de que ya está, ya estoy lista. Y en seguida empiezo, claro, a temblar del miedo, a llorar de la angustia, a pedirle a la gente que me abrace, que no me deje sola. Que a esta certeza no le doy con mi retórica, que no le gano con la rapidez, ni con el cinismo ni con la inteligencia, que no me va a dejar ir aunque le diga que escucho a Bowie o a Elliot.

Que me voy a morir, que me lo saquen de encima que ese maldito absoluto me va a matar.

Si yo emulo y tú emulas, entonces somos biólogos.

Yo - Che, y ¿cuántas materias te faltan?

Ella - Esta es la última y me recibo.

Yo - ¡Guaauu! Sos prácticamente una licenciada en química...

Ella - Algo así. ¿Y vos, en qué andás?

Yo - Y bueno, sigo con la simultaneidad entre química y biología, y supongo que seguiré por los siglos de los siglos como idiota que soy. Y ahora que hablamos de esto, ¿vos estás trabajando con Pirulo, no?

Ella - Sí, ¿por?

Yo - Porque me enteré que hubo un llamado a concurso para un grupo interdisciplinario de biólogos, químicos y físicos que dirige Pirulo.

Ella - ¿Sobre qué tema?

Yo - Algo así como emular membranas celulares con microcomponentes sintéticos. Y estaría bueno para mí porque combina química y biología...

Ella - Qué raro, no escuché nada de eso.

(En este punto nos colgamos a hablar del tema unos 10 minutos). Después me dice:

Ella - De verdad que es muy extraño que no me haya dicho nada. ¡Ah! pero decime: ¿'Emular' es un término que se usa en biología? ¡Porque por ahí yo conozco el proyecto pero con otro nombre!


Júzguenme soberbia, creída, lo que quieran. Yo no puedo dejar de preguntarme qué tipo de profesionales (o peor aún, de científicos) se están formando.

Y un día los canadienses aprendieron a hacer rock

Si no me creen, escuchen The Arcade Fire y después me cuentan.

Paladares exquisitos.

Hoy: el acento.

Las palabras agudas tienen acento prosódico en la última sílaba, y llevan acento ortográfico si terminan en n, s, o vocal (tabú, reloj).

Las graves tienen acento prosódico en la anteúltima sílaba, y llevan acento ortográfico si no terminan en n, s, o vocal (áspid, lucen).

Las esdrújulas van acentuadas ortográficamente siempre (témpera, sórdido).

Y después, para los puristas, tenemos las sobreesdrújulas, que también se acentúan ortográficamente en todos los casos. Fue complicado encontrar ejemplos de este tipo de palabras, pero ahí van un par: cuéntamelo, láveselas, recuérdeseme, díganoslo, calcúlesele, permítaseme, escóndeselo.

Dejo para una próxima entrega la acentuación de los pronombres enfáticos, de los demostrativos, de vocablos compuestos, etc.

PuedeFallar, ante tanto neologismo, tanto lenguaje sms, por el buen uso del castellano.

¿Se puede perder...

... aún apostándole al caballo ganador?

Sí, se puede.

El Tío Chiche

UNO

El Tío Chiche es alguien, dentro de la familia de Madre, aunque no puedo precisar el parentezco. Yo lo he visto pocas veces en mi vida, pero siempre me pareció muy simpático. Primero por ese apodo con nombre y apellido. Después porque es del tipo bromista: cara de Sandro, canoso, barrigón, dientes grandes, riéndose todo el tiempo.

El otro día me vengo a enterar que el Tío Chiche le dijo a Marita, su mujer de toda la vida, abnegada madre de dos hijas que ya le han sabido dar nietos, sin preámbulos

- Marita, me voy, me mudo con mi amante. Vamos a ver qué pasa, si no resulta vuelvo.

DOS

Le cuento a Padre lo del Tío Chiche... hace memoria hasta que se acuerda de quién hablo '¿El canoso ése que siempre jodía conmigo?' Pero permítanme que primero les complete una escueta figura de Padre: es el argentino tipo, parecido en más de una característica a Maradona, petiso, siempre haciendo bromas, machista, muy querido por todos.

El caso es que le cuento, y la conversación empieza a ponerse un tanto bizarra:

Padre - No digo que esté bien, pero estoy convencido que el hombre feliz es aquel que tiene su familia y su amante. Pero este Chiche es un gil ¿cómo se va a ir con la amante?

Yo - Entonces la mujer feliz tiene su familia y su amante también, ¿no?

Padre - No, no, la mujer tiene su marido y su casa.

Yo - Es decir que la mujer no trabaja...

Padre - No, la mujer tiene que cuidar el nido.

Yo - Y la mujer no tiene necesidades, es casi una esclava.

Padre - ¿Sabés cuál es el tema? El hombre quiere tener relaciones todo el tiempo, y con cualquiera, no se anda fijando si lo quieren, en cambio la mujer lo hace por amor.

Yo - ¿Por amor? ¿La mujer no tiene necesidades?

Padre - La mujer lo hace por amor.

Yo - ¡Por favor, papá! ¡Cómo te han sabido mentir!

Padre - Te digo que es así.

Yo - No, no es así, te lo juro.

Padre - Te digo que sí, la mujer no es como el hombre. Y si no es así es una prostituta.

Yo - Padre, evidentemente te has creído todo lo que te han dicho.


Me mira. Me mira feo, feo. Y remata:

-Bueno, entonces empezá a cobrar, a ver si por lo menos ganamos algo.

Regalo

Y tal vez la felicidad sea ver llegar a Eli a la clase de fisicoquímica entre estrellitas de papel, y que me regale El vino del estío, de Bradbury (amarillo y viejo: una belleza).

Y que en la cartita que acompaña al libro, me diga: 'Vos calificás muchas cosas de "hermosas". Este libro decididamente lo es. Huele a libro viejo y a verano. 2 cosas que sé que disfrutás.'

Dios mío. Pequeña: te adoro.

Incomprendida

Yo: ... y nada, me subí al respaldo de la cama y me esforcé por agarrar el libraco de cálculo y me dió un tirón que todavía no se me fue...

Alguien: ¡Ay, ella! ¡Todo para decir que lee libros de cálculo!

Yo: Bueno, mirá, después de tanto análisis matemático tuve que buscar en un libro la fórmula para el volumen de un cilindro, así que no creo que me la esté dando de mucho, al contrario...

Otro: ...

Alguien: ...

Yo: Sí, ya sé lo que están pensando... ¿para qué diablos querría alguien conocer el volumen de un cilindro?

Otro: ¡Es justamente lo que estaba pensando! ¿Para qué necesitaría alguien el volumen de un cilindro?

Yo: Ésa es mi vida, un horror. Necesito usar ese tipo de información a menudo... ¡Pero les juro que es muy importante!

Alguien: Claro, por ahí tenés que averiguar el volumen de un sifón, nunca se sabe...

Yo: No, no... si querés calcular el volumen de un sifón tenés que usar integrales dobles o triples...

Alguien: Bueno, bueno...

Yo:...dobles si integrás entre los límites correctos la función que lo describe o triples si integrás entre las tres funciones que lo describen...

Alguien: ¡Bueno, ya, ya!

Yo:... la función constante igual a 1...

Alguien: ¿Pero no ves que no interesa?

Yo: ¡No me censures! ¿No es genial? Un desarrollo teórico, resolvés una integral triple y tenés el volumen de un sifón, o de una persona, o de cualquier cosa, usando los parámetros adecuados... ¡Y lo medís empíricamente y da igual! ¿No es genial?

Alguien: No.


Un día me voy a cansar en serio.

Otra vez Pappo

El posteo largo no es mi estilo, pero lo que sigue no tiene desperdicio.

Dando vueltas por el laboratorio me topo con el último número de Archivos de Medicina Familiar y General (publicado por la Federación Argentina de Medicina Familiar y General), y, entre artículos como 'Prevalecencia y factores de riesgo de asma bronquial entre niños' o 'Campaña masiva y económica contra la pediculosis' encuentro una nota titulada 'Réquiem para "El Carpo"'.

Parpadeo, vuelvo a leer. Réquiem para "El Carpo". Sí, dice eso ¿pero... puede ser?

Es. En el comienzo el autor -Rubén Roa- trata diversos temas sin hilo conductor posible. Ahí van botones de muestra (transcripción textual, sólo agregué las negritas):

'La república Cromagnon, se llevó la muerte de 193 personas, tantos como la Embajada de Israel y la AMIA, juntos; y con quien comparte el denominador común de la corrupción y el encubrimiento. Esto sí fue tema de tapa en enero de todos los diarios argentinos, y el Tsunami (tema de tapa en todo el mundo), quedó fuera de nuestra visión, al igual que el Yectafer -para alegría de Astra Zeneca-.'

'Hace años, en un ateneo, un residente presentaba un paciente de 25 años, que vivía con sus padres, usaba pelo largo, y se fumaba un porro (uno sólo) los fines de semana y que había consultado no recuerdo ya porqué, pero era algo banal. Suficientes datos para que se le indicara un pedido de VIH por ser factor de riesgo. Ese ateneo ponía en evidencia los prejuicios con que nos manejamos, en aquel caso puntual más cercano al del pensamiento policial, el aggiornamiento de un pensamiento lombrosiano'.

'Otras tribus urbanas como estas son dueñas de la noche, y enero encontró a Buenos Aires con sus discos cerradas, y los góticos juntandose en la esquina de los lugares que suelen frecuentar, más de un punk perdido, los chetos en Cariló y por fin, después de la crisis, pudiendo visitar el Este -por Punta del Este-, la "grasada" volviendo a Mar del Plata, y así cada cual en los territorios que ocupan, con sus lenguajes y subculturas, a las que poca atención prestamos pero que debieran formar parte del aprendizaje del modelo biopsicosocial que tanto declamamos'

'Este tema es poco estudiado por los médicos -aunque si por sociólogos-, que música escuchan, el por qué, qué valor tiene en sus vidas, etc...saber eso como si profesa una religión, son datos culturales que nos ayudarían mucho en conocer más cosas sobre nuestros pacientes (como el rechazo de los testigos de Jehová a las transfusiones, las ideas de los Adventistas con relación al tabaco y la alimentación, los reparos de católicos practicante a la imposición de la ley sexual y reproductiva, la comida kosher en algunos judíos, etc.). Como anécdota Buenos Aires tiene dos o tres McDonals Kosher, tantos como Tel Aviv.'

El tipo sigue delirando (Tanguito, la dictadura, Sumo, Vox Dei, Serrat, el tango, Sabina, Wagner, Hitler, ¡Huxley!, los motoqueros del 20 de diciembre...). En determinado punto se pregunta lo que cualquier lector casual:

'¿Y todo esto a qué viene?'

Seguidamente se despacha, claro:

'En primer lugar, a enfatizar el valor de las culturas y los determinantes sociales de la salud, y el lugar preferencial que debiera tener el conocimiento de ésta diversidad de valores culturales. Un punto que debiera ser mejor investigado porque define modos de vida, y por ende, las formas de vivir y de morir. Y en segundo lugar porque siento que a más de uno le falta tango y rock and roll, o si se quiere cuarteto y rock and roll, lo que sea, según donde esté.
Y cómo dejamos pasar por alto a Cromagnon, no seria justo dejar de recordar a alguien que, aunque muerto anteanoche, seguirá reflejando los sentimientos de mucha gente. Norberto Napolitano, Papo, el Carpo, el mejor guitarrista argentino, el que tocó con BB King, el que defendió a la familia cantando "nadie se atreva, a tocar a mi vieja", el tipo rudo y motoquero, sucio y a contrapelo de las corrientes mas importantes del rock argentino, trasgresor y que con casi 55 años, todavía tomaba la leche en la casa de su madre. Quizás como él dijo el Che, "hay que endurecerse, pero sin perder la ternura, jamás". Quizás él también entendió que "no hay merienda si no hay capitán", como Fito homenajeó a quienes nos entregó momentos de alegría, en este caso el Capitán Piluso, y que con diferentes estilos nos reflejaba como sociedad, tal cual lo hacia Tato Bores durante tantos años. León Gieco nos dice que “la cultura es la sonrisa” y Quilapayún afirma en una canción que “busco mi país donde los hombres, se asignen el deber de la sonrisa”. Destino que no parece ser menor’

Y Rubén no se detiene y se da el gusto de cerrar su disquisición con la letra de una canción de Napolitano.

Ahora yo podría regodearme en comentarios mordaces y cínicos pero prefiero dejarlo ahí.

Sólo agrego una cosa: no se rían tanto, el tipo éste es médico.

Secretos

Leer esta página me hace sentir más normal, hasta que descubro gente que tiene secretos similares a los míos.