Desencuentro
Lo primero que hacía el abuelo Mario cuando íbamos a su casa era tirarle las llaves al perro, un doberman bautizado ‘Sultán’, que te saltaba encima contentísimo de la visita, y que era más bueno que Lassie (nunca tan bien usada la comparación perruna).
Siempre me acuerdo de esto, no sé por qué: pasar la primer puerta, la de la calle –que hasta los noventas era vaivén y no tenía llave-, caminar por el pasillo y abrir la puerta amarilla de chapa, escuchando los ladridos de Sultán, desesperado por jugar con los nietos.
Una reacción absurda en Mario, uno de los tipos más maravillosos, pacifistas y adorables que haya pisado la tierra. Amigo de los niños, los pájaros y cualquier bicho que no fuera peronista.
También lo recuerdo golpeando una chapa con un martillo y generando un ruido atroz, en una extraña manera de celebrar la navidad, hará más de diez años.
Desde muy chica crecí sabiendo que el abuelo Mario se iba a morir. Falleció cuando yo tenía 26 años, así que me pasé más de veinte acostumbrándome a la idea. Lo extraño muchísimo, y casi todos los días ocurre algo sobre lo que quisiera conocer su opinión. ‘La vida esasí, Betona’, me diría.
Hay una cosa (sólo una cosa) con respecto a su partida que me tiene muy enojada, y es que no haya conocido a El Ingeniero, porque yo le cuento sobre mi abuelo pero él no va a entender nunca de lo que le estoy hablando.
Y porque seguro que se hubieran querido muchísimo.
Etiquetas: cosas que pasan, El Ingeniero, Queridísimo
4 Comentarios:
Ah que lindo y hoy que yo me esperté así, un poco llorona.
Para Él es más que suficiente que vos le cuentes.
Un abrazo.
By Unknown, at domingo, 28 de noviembre de 2010, 11:26:00 a. m. ART
Pero Mario te conocía a vos hasta la última mitocondria de tu cuerpo y el seguramente sabía de la existencia de una persona como El Ingeniero en tu vida, aun cuando para vos no tuviese nombre, rostro ni dni.
Y lo quiere a través tuyo.
Y le guiña un ojo en tu ojo.
besos!
By Imaga, at lunes, 29 de noviembre de 2010, 1:20:00 p. m. ART
Gracias, chicas.
Besos,
By Apollonia, at martes, 30 de noviembre de 2010, 12:10:00 p. m. ART
Sole, en mi caso y como atea, te digo que creo que las personas que se han ido viven en nuestros corazones y en nuestros recuerdos, por eso Mario revive cada vez que leo tu post.
By Sentimental, at martes, 30 de noviembre de 2010, 8:43:00 p. m. ART
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