Puede Fallar

jueves, noviembre 23, 2006

Mujeres

Ana y Carla son amigas. Muy amigas. Ana es una chica... limitada. Estéticamente normal, pero le pone onda. Es simpática y tuvo sus buenos tiempos.

Carla es, en cambio, el prototipo de mujer fatal. Bonita, delgada, elegante. Para colmo de males lee (y dice que entiende) a Nietzche, estudia filosofía en la UBA y parece liberar en cada paso un perfume que deja a los hombres obnubilados, atónitos, deshechos -incluso supo plantar a un novio casi a las puertas de la iglesia-.

Ana va a trabajar y después cursa en algún terciario. Está triste porque su novio de años la dejó hace poco. Todos los días se toma el mismo colectivo, a la misma hora, que la trae a la casa.

Carla está de novia con un médico, un muchacho con familia pudiente, vos vieras.

Un día, Ana sale para el trabajo y encuentra un sobre a su nombre. Lo abre y ve una carta manuscrita. La carta es de un chico. El chico dice que todos los días viaja con ella en el colectivo. Que no puede dejar de mirarla 'tan linda y tan triste, con la cabeza apoyada en la ventanilla durante todo el viaje'. Que él se baja unas paradas después que ella, en el mismo barrio. Que una noche juntó coraje y la siguió con el fin de saber dónde vivía, para poder dejarle esta esquelita.

Ana, con curiosidad, accede a conocerlo. Salen. Se presentan. Quiere la casualidad que el chico, Lucas, fue al mismo colegio que ella y que Carla, aunque es un poco mayor. Ana hila cabos y se da cuenta que Lucas novió con Carlita, cuando las dos estaban en sexto grado. '¡Qué cagada!', se dice '¿Le molestará a Carli?'.

Yo le dije 'Anita, ¿cómo le va a molestar? ¡Eso fue hace como quince años! Y además ella está feliz con el doctor y todo eso'.

Carla dijo lo mismo, que cómo podía pensar eso, que hiciera lo que quisiera con Lucas, que fuera feliz.

Ana empezó a salir con el chico, y si la vida fuera el cine aquí terminaría una linda historia.

Pero no. Estuvieron juntos casi dos años.

Un día, en una pelea que presagiaba el final, Lucas le dice 'Tengo algo que confesarte. Algo que hice, que estuvo mal, algo que en realidad me hizo muy mal a mí, algo que no te merecías'.

Y le cuenta. Le cuenta que, a poco de estar juntos, recibió un llamado de Carla. Que le dijo de ir a tomar un café. Que a él le pareció raro, pero que aceptó. Que empezaron a tomar, que tomaron mucho. Que una cosa llevó a la otra y que cogieron. Que no supo nada más de ella. Que él empezó a sentirse mal, usado. Que de algún modo Carla tenía que probarle a él y a sí misma que Lucas nunca había dejado de ser de ella, que cualquier chico que hubiera estado alguna vez con Carla era de Carla -y, no lo dijo, pero doy fe que lo siente, que en realidad cualquier chico es potencialmente de Carla si ella quisiera.

Ana finalmente se peleó con Lucas. Ana espera el día en que Carla le pida disculpas, por iniciativa propia, sin haberla confrontado jamás. Carla no sabe que Ana sabe, y que lo que sabe lo sabe bien porque otra gente confirmó la historia de Lucas.

Yo era amiga de ellas, pero fui la primera en alejarme. Creo que hice bien.

¿Y Ana? Ana sigue esperando.

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