Puede Fallar

jueves, diciembre 17, 2009

Retrato

Tengo dos directores de tesis doctoral, que son, además, marido y mujer. Esta cuestión (sumada al hecho de que el matrimonio no tiene descendencia), me convierte casi sin escalas en su hijita.

Hace unos meses llegó Noé, un becario de Perú de tan sólo 24 años, que, en estos mismos términos, sería como un medio hermano: compartimos director pero él tiene otra mamá (una profesora que pertenece al Departamento de Física).

Noé es un divino y acepto gustosa ser su protectora, como cualquier hermana mayor que se precie. Ayer me dijo que tenía un regalo para mí, algo que hizo a partir de una foto, y me extendió lo siguiente:




No me parezco mucho, pero es un gran, gran gesto.




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