Objetivamente
Dividimos la vida en años, en meses, en días, en minutos y segundos. Hacemos cuatro comidas por jornada y le agregamos tentempiés. Salimos los sábados. Planificamos las vacaciones. Cortamos la pizza en 8 porciones iguales. Tenemos un correo electrónico para las cosas del trabajo, y otro para los amigos. Si nos duele la cabeza tomamos algún analgésico. Nos vamos a acostar temprano si tenemos que madrugar. Evitamos la sorpresa.
Y cosas así.
Pero un día, la vida -que es más rara que las ideas- mete la cola en nuestro mundito ordenado y nos baña de luz y de estrellitas.
Y no se puede creer, porque el realismo mágico es algo que juzgamos obsoleto incluso para las tiras de Pol-ka.
Pero ocurre. Hay que estar atentos y mirar, incluso cuando no le pase a uno.
Etiquetas: amigos, amor, cosas que pasan
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