Puede Fallar

martes, enero 15, 2008

Dos delirios

.
Tal vez sea la cantidad de tiempo que paso arriba de un colectivo, o no, pero tengo dos ideas relacionadas con este medio de transporte que hace rato me dan vueltas en la cabeza.

El colectivo circular
El recorrido no tendría principio ni fin. No existiría el concepto de 'terminal', sólo un número fijo de paradas en un trayecto que se repetiría sin cesar. El pasajero que se 'pasa' de parada puede optar por esperar el tiempo necesario hasta que el colectivo retorne a la parada de interés (el boleto se pagaría una única vez, al abordar el vehículo, y no se vería afectado por el trayecto realizado). Los choferes terminarían los turnos una vez transcurrida determinada cantidad de vueltas a partir de un punto fijo, lugar donde se realizaría el relevo.

El bondi loco
Un día al año el Estado estipula, cual festividad, 'El día del bondi loco'. En esa fecha, el pasajero aborda el colectivo en su esquina habitual pero sabiendo que puede haberle tocado en suerte un bondi loco. Si sube a un colectivo que no es el bondi loco, será un día como cualquier otro. Si en cambio -y sin saberlo, porque el factor sorpresa es determinante- le toca un bondi loco, en algún momento, y sin aviso previo, el colectivo se separará del recorrido normal para ir por cualquier otro sitio. A partir de ahí los pasajeros no pueden descender del vehículo (excepto casos de emergencia), y después de dar un par de vueltas se encontrarían con otros contingentes de bondis locos en, por ejemplo, Luján, y todos disfrutarían de una choripaneada. El factor bondi loco sería aceptado como motivo de falta y/o de llegada tarde en cualquier trabajo.


Ilustración de Rodrigo Folgueira, tomada de esta página.
.
.

Etiquetas: , ,

0 Comentarios: