Puede Fallar

martes, octubre 02, 2007

Parte I

Hace algunos años atrás, cuando todavía trabajaba en el estudio contable, decidí que quería un tocadiscos. Un tocadiscos, así como suena -no una bandeja, como le dicen ahora los jóvenes.

Después de comprar con la ayuda de Míguez un minicomponente, Madre regaló -sin mi consentimiento, y alegando 'si tenés uno nuevo, ¿para qué querés el viejo?'- mi primer centro musical, en el que podía escuchar unos pocos vinilos que tenía desperdigados por ahí. Como soy una persona tozuda y acumulativa, me sentí obligada a conseguir con la mayor celeridad posible otro aparato que reprodujera los discos.

(Viajo demasiado en colectivos. Viajo y escucho música y pienso en muchas cosas. En sucesivos viajes fantaseé con ahorrar, con comprarme el tocadiscos que era el santo grial del semestre. Yo me muevo así, en el mediano plazo, con una dinámica extraña que encuentra coto sólo cuando consigo lo que quiero o reemplazo al objeto de deseo).

Le había comentado a Padre de mi anhelo. No sé cómo hizo, a quién le contó, el caso es que, tiempo después, un sábado a la noche, mi padrino estaba regalándome un Winco mod. 1969, y el vinilo de Revolver, de los Beatles.

Una preciosura. No sólo había conseguido el tocadiscos, sino que le había pertenecido a mi padrino, que lo había comprado nuevo cuando joven, lo había usado y luego lo destinó al olvido y al polvo durante más de 20 años. Y de regalo ese discazo.

Lo malo es que no funcionaba. Era un Winco estéreo, con sus parlantes grises y la mar en coche pero la inactividad y la desidia lo habían matado.

Estudio ciencias -'Ella es de las ciencias duras', diría Gus van Sanatan- y me tiene sin cuidado lo sobrenatural (sea esto una imposición de manos o el amor incondicional) pero a veces me callo y no digo nada y acepto las cosas. Acepto que buscaba un tocadiscos y que una semana antes de heredarlo, encontré una bolsa con vinilos en la entrada del estudio contable, y que al día siguiente Padre encontró otra bolsa con discos en la calle.

Claro, claro, las señales.
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Pero el Winco no funcionaba.
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(Continuará...)


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