Curiosamente

En estos días en que me mandé una cagada fenomenal con la persona menos indicada, me agarré una borrachera impresentable -que incluyó una siesta sobre unas banquetas- en mi vestidito más glamoroso, dejé sin comida y sin bebida durante dos días a las mascotas a mi cargo, oculté y tergiversé información sobre mi paradero a mi maravilloso Padre, por desinteligencias me sentí fea y olvidada...

... bueno, digo, en estos días en que pasaron todas estas cosas (y otras que mejor ni contar) fui, sin embargo, absolutamente feliz.

Las paradojas de la vida, ¿no?