Puede Fallar

domingo, diciembre 11, 2005

Domingo, verde, sol.

Yo - El día es hermoso, lástima que no da para pileta.

Lu - Es verdad, pero está increíble. Mirá, cuando veníamos para acá con Pocho vimos dos cortejos fúnebres. ¡Imaginate! ¡Un día como hoy! ¡Hay que tener mal gusto para morirse!


Así que fuimos a la quinta en plan reunión de fin de año + asado + aire libre + domingo de sol. Los mismos de siempre, con alguna que otra variante. Y como siempre también los mismos temas: política, el peronismo y la iglesia católica, hoy por hoy, sexo, géneros, especies, chismes.

En algún momento entre la sobremesa y la tarde, empezó el deporte. Y permítanme aquí un breve paréntesis. De chica hice mucho deporte. De más grande la falta de tiempo me alejó de cualquier tipo de actividad física. Además odio el gimnasio: eso de hacer doscientas abdominales porque sí me aburre. Yo quiero jugar. Entrenar cuando tiene sentido para competir después era soportable, pero el entrenamiento puro no. El caso es que entre el trabajo, el estudio, el ocio creativo y los vicios se me fueron muchos años.

Además el cigarrillo, y además no soporto a los fanáticos de la vida sana, con lo que últimamente la sola mención de la palabra deporte logra escandalizarme. Cierro el paréntesis.

Sin embargo las ganas de jugar y de divertirme pudieron más, y entonces estuve todo el domingo corriendo (corriendo realmente: me moría de la risa persiguiendo al perro más deforme del lugar) y jugando a la pelota y al paddle -¡al paddle!-.

Claro que ahora no soy la misma. Mientras escribo esto me duele horrores la cintura, las piernas y la espalda. Me di cuenta que me cuesta muchísimo correr lo que corría, que lo hago y que pierdo todo el aire y que no vuelve nunca. Que para colmo lo primero en lo que pienso es en un cigarrillo. Que no puedo hacer tantos jueguitos con la pelota como antes. Que estoy un poco mareada de todo el día al sol. Del verde.

Algún comedido me aconsejaría Yoga, Tai Chi Chuan o Pilates. Pero yo creo que no me va. Que el problema es que el aire libre no me sienta.


-Aviso de El Otro Yo de Apollonia: Este es un post de dudosa calidad, demasiado naïf para mi gusto. Puede suponerse alguna reacción adversa a la inesperada oxigenación cerebral.-

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