Una del Excelentísimo
En materia de política tenía ideas bien claras y definidas, pero fingía no entender nada -cuenta Alifano en su libro 'El humor de Borges'-. Un mediodía fuimos invitados a almorzar por un conocido político, interesado en que acompañara a su partido en la firma de una solicitada. Se habló en la mesa de la difícil situación por la que atravesaba en aquel entonces -y como siempre- nuestro país.
- Estamos viviendo una époco muy complicada, pero si ganamos sacaremos al país del pozo en que se encuentra - profetizó el político - yo tengo fe, señor Borges. Se puede tocar fondo, y a veces es necesario tocar fondo, para después salir a la superficie.
Borges cabecea y comenta como al pasar:
- Bueno, yo no soy tan optimista. Como el espacio es infinito podemos seguir cayendo indefinidamente.
Y no firmó la solicitada.
- Estamos viviendo una époco muy complicada, pero si ganamos sacaremos al país del pozo en que se encuentra - profetizó el político - yo tengo fe, señor Borges. Se puede tocar fondo, y a veces es necesario tocar fondo, para después salir a la superficie.
Borges cabecea y comenta como al pasar:
- Bueno, yo no soy tan optimista. Como el espacio es infinito podemos seguir cayendo indefinidamente.
Y no firmó la solicitada.
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