Nostálgica almita pop

"Y es que soy algo cobarde/ nada me hace ir adelante, /sólo la desesperación"

Rebalsado - Menos que cero

Si tengo que elegir, prefiero no incorporar las mañanas a mi día. Generalmente no puedo optar, así que, en un pobre modo de compensación, me limito a dormir en cualquier medio de transporte que deba utilizar. Estos días, sin embargo, fueron insolentemente lindos para dormir y, en un arranque de nostalgia, cambié la siesta colectivera por una concienzuda escucha de melodías pop.

No cualquier pop: Menos que cero, Spleen, Melero, Bochatón, Suárez, Giradioses, Grand Prix... Bandas que tuvieron un efímero momento de esplendor en los 90, cuando surgían como por generación espontánea y que, para comienzos de 2000, habían pasado a mejor vida (excepto honrosos casos, como Bochatón y Melero).

Música que considero simplemente hermosa.

Y viajaba, y el sol me hacía parpadear y era lindo dejar que, de algún modo, las canciones me llevaran a otro lugar, a otro tiempo -en el que tal vez era más joven y más feliz o en el que sólo creo que era más feliz, porque más joven era seguro-. Después me puse a pensar qué de la actualidad, qué pasa con el pop argentino actual. Digo, los de Miranda! me caen simpáticos, pero artísticamente están muy por debajo de aquel pop.

Lo comentaba con Jor, lamentándome de la abundancia en aquellos años y la escasez de éstos. Él piensa que esas bandas surgieron todas juntas en una especie de contraposición a las de rock chabón, que también hicieron eclosión en los 90. Lo triste, pienso, es que el rock barrial ha logrado permanecer... mientras que el sensible pop -como se lo solía llamar- ha desaparecido.

Me resta la única, irrevocable y final conclusión: perdimos.