La boda

La Vieja se casó. Y fue la primera de los íntimos.

Lo más interesante, sin embargo, se resume en estos highlights:

1. Todo muy yanki, de día, en el campo, con unos fardos de heno a modo de altar. El novio sin corbata, ella sencilla... muy decontracté.

2. El micrófono se pasó a los novios para que hicieran su juramento y se invitó a los concurrentes a hablar.

3. Lo hacen hablar a L. (cuándo no!) y entonces el desgraciado cuenta la trama de La boda de mi mejor amigo y le dice al novio que todos nos sentimos un poco Julia Roberts porque él se lleva a La Vieja, pero que igual está bien. A la hora de hablar de los novios, dice algo así como: Es increíble la cantidad de información que te transmiten cuando te dan un abrazo.

4. La Gran Culota se manda sola a hablar, blah blah la familia y concluye con un patético: Y les ruego, chicos, que no se enojen pero voy a pedirle al Señor que bendiga esta unión.

5. Lou Reed para la entrada de la novia, The Cure para la salida.

6. M., cuando va a saludar al flamante esposo, lo hace gritándole Cameron Díaz, Cameron Díaz! a voz en cuello.

7. Después del asado, y tirados al sol, decidimos casar a L. y a C., aprovechando que el altar de heno estaba disponible. El inefable T. fue el ministro de la boda.

8. La presencia de un tipo que bien podría ser un gordo de la CGT.

9. El Esposo de La Gran Culota con su eterno disfraz de la SIDE.

10. Mate con bizcochitos a la tarde, antes de la mesa de dulces.

11. Los mejores souvenirs que he visto: unas tremendas botellas de lemoncello y Tía María con la cara de los recién casados en la etiqueta.

No hay que casarse, es mi única reflexión.