Lo único que importa

Un año atrás
Yo - ...bueno, y me acerco al mostrador y la tarada me dice/

El Ingeniero - (interrumpiendo) pero... y... ¿estaba buena?

Yo - (descolocada) ¿qué?

El Ingeniero - Si estaba buena, la mina, la del mostrador...
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Varios meses atrás
Yo - ... entonces le dije a la chica que no se hiciera problema, que estudiara para el recuperatorio, que no es la muerte de nadie. ¡Pero se puso tan triste que le di un abrazo!

El Ingeniero - ¿Y estaba buena?

Yo - ¿Pero de qué me está hablando?

El Ingeniero - De la piba a la que Ud abrazó. ¿Estaba buena... ?
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Algunos meses atrás
Yo - Me escribió una amiga no veo hace mucho... Vamos a ver si nos juntamos.

El Ingeniero - ¿Yo la conozco?

Yo - No, no, llevamos unos seis años sin vernos.

El Ingeniero - Ah, claro, yo aún no me había encontrado con Ud.

Yo - Claro, nosotros no nos conocíamos aún...

El Ingeniero - ¿Y su amiga está buena...?
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El otro día
Yo - Por suerte ahora encontré otro lavadero, nada que ver con la malaonda de la calle Gascón. Atiende una chica mucho más copada, no la vieja guacha. ¡Y es mucho más barato! ¡Seis pesos menos!

El Ingeniero - Qué bien, la felicito. ¿Y está buena... ?
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¿Quién dijo que me fui,

si siempre estoy volviendo...?

¡Shhh!

No, no es nada. Pasaron tantas cosas –mayormente buenas- que enmudecí.

Alquilé un departamento. En el barrio más lindo de todos.

Cumplí 30 años.

Hoy, sin ir más lejos, compré una heladera por Mercado Libre. Mi primer heladera.

Mía.

Es un tiempo en el que hago de todo y los días tienen pocas horas, un tiempo en el que estoy aprendiendo a decir mío de verdad para muchas cosas.

La primera vez que desperté en el bulín me levanté temprano y caminé por el barrio buscando algo para leer y una bombilla para el mate. Después corrí las latas de pintura, llevé una de las dos sillas que tengo al único lugar habitable (la cocina) y mientras tomaba mate, comía bizcochitos y escuchaba la 2 por 4, levanté la vista de la Fierro para mirar el suelo a 14 pisos de mí y fui feliz. Pero muy feliz, eh.

(Y es también porque Ud. está ahí todo el tiempo, lógico.)

A continuación una foto. Me escondo tras los colores con el guardapolvo verde porque tengo miedo que la desgracia (que parece me perdió de vista con la mudanza) me vuelva a encontrar.

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