Revisionismo histórico
Pero también están una serie de elecciones que no repetiría y que no son endilgables a la época: he sido misionera (de la Iglesia Católica), creí fervientemente en Dios.
Fui a recitales de bandas impresentables, vendí celulares, seguros y artículos de un todo por $ 2.
No me preocupaba cómo estaba vestida, ni cómo tenía el pelo, ni qué tan linda me veía la gente -total, tenía que llegar virgen al matrimonio-.
Bueno, he cambiado. Y en determinado momento entendí que todo lo orgullosa que estoy hoy de mis elecciones son el resultado de lo que fui, y que, de no haber pasado por determinadas cosas, probablemente hubiera seguido equivocada en mucho.
Parafraseando a la Ciccone, digamos que mi pasado no me avergüenza, y que soy ahora una versión más evolucionada de mí misma. Lo que no es poco...
Etiquetas: cosas que pasan, cosas que pienso, misioneros
0 Comentarios:
Dejar un comentario